Tu Jardin ofrece a usted algunas recomendaciones para el cuidado de sus áreas
verdes y jardines. Consulte y no dude en contactarse con nosotros, estaremos
dispuestos a ayudarlo con asesorías, evaluaciones y consejos.
Las
especies autóctonas son más resistentes a las plagas y enfermedades
que las especies exóticas. Piensa en ellas para tu jardín, nosotros promovemos el uso de la flora autóctona en nuestros diseños.
Si
plantas árboles, comprueba la existencia o no de capas compactadas
o rocas superficiales, porque pueden provocar asfixia radicular y mal
anclaje. Cuidado con los rellenos de restos de obra.
Si
tiene demasiada cal (suelo calizo) podría aparecer la clorosis
férrica por falta de Hierro. No plantes en estos suelos acidófilas
como Hortensia, Gardenia, Azalea, Rododendro, Brezo, Camelia, etc. porque
sufrirán.
Elige especies y variedades de cesped adecuadas al clima, suelo y condiciones particulares
de tu jardín. Hay mezclas para sombra, otras son más adecuadas
para soportar mucho pisoteo, para resistir la sequía, etc.
Fertilización
del suelo. Por lo general el césped del jardín es el
que está sometido a una mayor exigencia, pues se pide que esté
siempre verde, tupido, turgente, etc. Y por lo general lo único
que se hace es regarlo y segarlo. Entonces es probable que un prado recién
establecido tenga una buena respuesta hasta los dos años de edad
y después demuestre cierto debilitamiento. Debido a esta mayor
exigencia es que se debe preocupar de preferencia la fertilización
del suelo del césped y también del resto del suelo del jardín
dependiendo de la calidad del sustrato inferior del suelo de cada jardín.
Esto tiene mayor importancia cuando hay presencia de arboles y arbustos
debido a que estos tienen raíces más profundas que son las
encargadas de captar nutrientes y agua.
El
césped no solo vive de agua. Para el, hay tres elementos nutritivos
fundamentales que aseguran su buen desarrollo; ellos son el nitrógeno,
el fósforo y el potasio. La falta de estos hace que su césped
se muera.
La
concentración adecuada de nitrógeno da a su césped
un crecimiento homogéneo, con el fósforo se obtiene un follaje
abundante y el potasio hace que el césped crezca fuerte y con resistencia
a las enfermedades.
El
nitrógeno es el elemento principal que el césped necesita,
ya que activa el crecimiento, generando nuevos brotes y proporcionándole
un hermoso color verde. Recuerde que el fósforo favorece un buen
enraizamiento, mientras que el potasio da un aumento de resistencia a
la sequía y el frío. El uso de fertilizante es indispensable
para obtener los resultados esperados. debido a sus composición
y justa dosificación.
Planta
en un lugar adecuado:
Protege del viento fuerte con setos, mallas, verjas, etc.
Si la planta es de sombra, no la pongas a pleno sol. Ejemplo, una Hosta
se puede quemar si está al sol la mayor parte del día.
Si no vas a regar, no elijas especies que exijan mucha agua, prefiere las resistentes a la sequía.
El suelo del huerto, un parterre o el jardín
entero se puede desinfectar antes de plantar mediante la técnica
de la solarización. Consiste en cubrir el suelo previamente regado
y labrado con un plástico, el cual se sella por los extremos enterrándolo.
Se dejar que el suelo se "cueza" por el sol varias semanas y
mate así a Nematodos, hongos, insectos que viven en el suelo, bacterias
y semillas de malas hierbas.
El sustrato que uses para macetas no debe contener ni enfermedades ni
plagas. Compra uno de calidad. Se puede esterilizar metiéndolo
en el horno o microondas. Esto último se practica a veces para
siembras, por ejemplo, de Cactus.
Si un hongo ha acabado con una planta infectando las raíces, no
vuelvas a plantar en el mismo sitio, o si lo haces, sustituye la tierra
por otra.
No plantes un rosal en el mismo lugar que ocupó otro durante más
de 6 años. Ahí habrá hongos, Nematodos y un suelo
empobrecido en nutrientes minerales. Si lo haces, deberás sustituir
la tierra por otra de otro lugar haciendo un buen agujero de 50 cm de
diámetro e igual profundidad.
Una planta con un mantenimiento adecuado, con su riego, su abono, su luz,
temperaturas, etc., es mucho más resistente a los ataques de plagas
y enfermedades por estar fuerte y vigorosa.
Evita mojar las hojas y las flores con el riego puesto que favorecen el
desarrollo de enfermedades. Riego al pie.
Las plantas de interior sensibles a Botritis (Ciclamen, Cineraria, Kalanchoe,
Saintpaulia, Culantrillo, etc.) deben regarse por abajo, poniéndolas
sobre un plato con agua durante un rato para que la absorban, luego retíralo.
Abonado. Una fertilización correcta y equilibrada es la base para
un buen desarrollo de las plantas. Abona todos los años.
El Nitrógeno (N) da vigor y abundancia de hojas.
El Potasio (K) aumenta la resistencia de la planta a las enfermedades,
a la sequía y al frío.
El Fósforo (P) estimula un abundante desarrollo de raíces.
El exceso de nitrógeno hace a las plantas más tiernas para
los insectos, por ejemplo, los Ácaros (Araña roja) aumentan
su ataque.
La fauna auxiliar es muy importante. Protege a los insectos beneficiosos
(depredadores y parasitoides de plagas) y a las aves insectívoras.
El insecto depredador más conocido es la Mariquita que se come
a los Pulgones. Como ejemplo de insecto parasitoide podemos poner a las
avispas que ponen sus huevos dentro de pulgones y se lo van comiendo por
dentro respetando los órganos vitales en una primera fase.
Elimina las malas hierbas ya que albergan plagas (Pulgones, Trips, Ácaros,
etc.)
Recoge y quema las hojas que hayan sido atacadas por hongos. De esta forma,
se elimina el hongo que ahí se mantiene y que podría infestar
el próximo año. Por ejemplo, en Botritis es fundamental
la retirada de restos de cultivo y de plantas afectadas por la enfermedad.
Las larvas y crisálidas pasan el invierno hibernando en la tierra
o entre los restos de las plantas marchitas, por lo que la limpieza del
jardín es una buena forma de prevenir.
Evita heridas en las plantas porque por ahí entran hongos como
Botritis, Chancros en tronco y ramas, etc. y bacterias. Puertas de entrada
son: cortes de poda, rotura de ramas, grietas por el frío, pequeñas
heridas provocadas por insectos, lluvias fuertes en plantas delicadas,
etc.
Para prevenir hongos debe haber una buena ventilación en lugares
cerrados como invernaderos o terrazas acristaladas.
Realiza las podas en su momento y correctamente.
Soluciona mediante poda el enmarañamiento de árboles y arbustos
para mejorar la aireación e insolación del interior de la
copa. Se reduce así la proliferación de hongos y otros patógenos.
Hay plantas que ahuyentan a las plagas a modo de repelentes naturales.
No es efectivo 100%, pero constituye un complemento que ayudará.
Por ejemplo, un jardín o huerto rodeado con algunas aromáticas
como Salvia, Ruda, Romero o Lavanda. Entre el cultivo habitual, Menta,
Estragón, Tomillo o Albahaca.
Tratamientos preventivos. Consisten en aplicar productos (químicos
o ecológicos) a las plantas antes de que se vean los insectos u
hongos.
Si el año anterior ha habido ataques fuertes de alguna plaga u
hongo es lógico que vuelva a manifestarse y puedes tratar preventivamente.
Las
plantas con flores necesitan se polinizadas para generar frutos y preservar
su especie. En algunos ambientes, el viento lleva los granos de polen
a sus ovarios. Pero, en otros casos, la planta requiere de insectos que
la polinicen y, si no puede moverse ni llamarlos, ¿cómo
los atrae?... produciendo compuestos químicos que les gusten. El
insecto se acerca, entrega su “servicio” a la planta y recibe
a cambio néctar, que le proporciona energía. Pero en esto
a veces a las plantas les va mal... porque al producir compuestos químicos
atractivos para estos insectos beneficiosos, seducen también a
otros capaces de hacerles daño ¡y comérselas!
Cuando
esto sucede, las plantas emanan otros compuestos químicos para
defenderse de los insectos malévolos que las atacan. Los invasores,
que ya se están alimentando de ellas, a su vez advierten estas
sustancias y también se defienden generando mecanismos de detoxificación.
Se origina así una suerte sucesivos ataques y contraataques, en
que plantas e insectos van continuamente co-evolucionando en su intento
por vencer en esta “guerra” por la sobrevivencia.
Control
de plagas y enfermedades: En jardinería debido a una mayor
densidad de plantas por metro cuadrado, a una heterogeneidad o surtido
de la población de plantas de características diferentes,
riegos mal ejecutados, existencia de plantas más susceptibles a
contraer complicación o peste, etc. Encontramos una serie de plagas
y enfermedades que disminuyen la calidad de las plantas e incluso pueden
causar el marchitamiento de la misma si no se controlan. Por ello es importante
controlar la presencia de plagas y enfermedades más comunes como
una manera de ayudar al buen estado fitosanitario de las plantas y en
consecuencia la apariencia general del jardín.